¿Cómo un jabón para la cara puede contener azufre? Esa podría ser nuestra reacción a primera vista, ¿Verdad?
Pues vamos a ir primero a conocer qué es el azufre para así entender mejor por qué se utiliza para el cuidado de nuestra piel.
El azufre es un mineral que aparece en la corteza terrestre, generalmente en zonas volcánicas. Presenta un color amarillento muy característico.
Su nombre proviene de la palabra latina “sulphur”, de ahí que las reacciones químicas derivadas de la combinación del azufre con otros elementos lleve la palabra sulfuro en su enunciado (sufuro de hierro, ácido sulfúrico, etc).

El azufre también se encuentra presente en el cuerpo humano en forma de queratina, que es una proteína rica en azufre y que forma parte de las capas más externas de la epidermis, como el pelo y las uñas.
También se ha conocido a veces a este mineral como “El mineral de la belleza“, ya que tiene una función activa en la producción de colágeno, que es una proteína que ayuda a mantener nuestra piel elástica.
Además favorece la circulación sanguínea, y disminuye la inflamación.
El azufre no suele estar relacionado con el cuidado personal, pero en cantidades controladas puede ser muy beneficioso para la piel.
De hecho, muchos dermatólogos recomiendan su uso a personas que padecen problemas de acné, psoriasis, dermatitis seborreica, u otras afecciones.
Beneficios del jabón de azufre sobre el Acné:

Gracias a sus propiedades antibacterianas, el azufre se ha utilizado a lo largo de la historia en la medicina natural, y especialmente para tratar numerosas afecciones de la piel, entre ellas el acné.
La mayoría de los jabones que aparecen en el mercado en la actualidad contienen unos porcentajes entre el 5 y el 10% en su contenido de azufre, el resto de su composición son una base de jabón neutro acompañado de perfumes.

Existen tres características que hacen que una persona desarrolle acné: Las bacterias, la inflamación y el sebo.
El exceso de grasa puede obstruir los poros de la piel y generar esas molestas espinillas y puntos negros, y dar lugar a la inflamación que provoca el acné.
El jabón de azufre puede ayudar a eliminar el sebo y a limpiar y desinfectar la superficie de nuestra piel.
Es importante realizar una pequeña prueba cuando usas por primera vez un producto para tratar el acné, y comprobar si ha ocurrido algún tipo de reacción como picor o enrojecimiento.
Si no notas ninguno de estos síntomas podrás empezar a usar este jabón. El azufre va a permitir prevenir la proliferación de las bacterias y reducir los síntomas de inflamación.

El jabón de azufre también resulta muy eficaz si padeces algún otro tipo de afecciones leves de la piel, tales como: psoriasis, dermatitis seborréica, rosácea o sarna.
Los tipos de piel sensible y grasa son los que se benefician debido al efecto de secado del azufre.
¿Cómo usar el jabón de azufre?

Como hemos venido diciendo anteriormente, este jabón está especialmente indicado para pieles con tendencia grasa, así que es genial para prevenir y paliar los síntomas de acné.
Cuando una persona presenta una piel grasa, es normal amanecer por las mañanas con el rostro aceitoso.
Si tras un lavado de cara continuas produciendo más grasa durante el día, entonces es bueno empezar el día utilizando este jabón de azufre, para limpiar la piel de ese exceso de sebo y propiciar una buena higiene.
Utiliza este jabón 1 vez al día y no más de cuatro veces a la semana.
Procederás a lavarte la cara de igual manera que si utilizaras cualquier otro tipo de jabón, la única diferencia sería que el aclarado de la espuma debe postergarse hasta transcurridos al menos uno o dos minutos, para que ejerza su acción purificadora.